Bueno, por lo menos el tiempo permanece constante, 31 grados a las diez de la mañana, son las 11 y media de la noche y la temperatura solo ha bajado hasta los 28. A la salida de Málaga relámpagos, tormenta eléctrica, típico... A los pocos minutos algo golpéa el cristal del coche, durante los primeros dos, tres segundos me pregunto que es, lo que me está golpeando el coche... Supongo que esto es lo que significa vivir en la Costa del Sol, una no reconoce la lluvia en julio... Tormenta de verano, de las que duran desde Riviera hasta Las Chapas pero que en esos pocos minutos parece que se está cayendo el cielo. Me encanta. No me gusta conducir con lluvia, pero esto me encanta. Tanta fuerza... Y para terminar, doblada la curva y dejada la lluvia atrás, un único fuego artificial, una bola naranja en el cielo negro. Me ha gustado esta vuelta a casa, uno de los viajes Málaga-Marbella más bonitos que haya hecho nunca.
Laura
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July 2018
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