...pero no merezco tan honorífico título. Soy una simple experta en manipulación social, lo que en el gremio llamamos MARKETING. Bueno, yo lo llamo San Marketing, porque hace milagros. Mis referencias. He estado al frente del equipo de marketing y ventas de un conocido resort de Golf en la Costa del Sol, del que no haré publicidad (he evolucionado). En el tiempo que trabajé por ellos, el equipo y yo vendimos 4mil millones de las antiguas pesetas en proyectos inmobiliarios, algo que la empresa dueña del resort no había conseguido hacer en 12 años. No estoy orgullosa de ello (confieso que lo estuve), pero admito que es la realidad, mi realidad: he sido co-artífice de la degradación de la hermosa costa mediterránea. Lo que me llevo de esos años es el conocimiento de las técnicas de manipulación masivas, estudiadas en profundidad y aplicada CONSTANTEMENTE, en todos los momentos y ámbitos de nuestras vidas. Aunque tengo que reconocer que esa es solo la parte oficial de mi pericia manipuladora. La base de mi conocimiento me la dio mi padre en su casa, durante cada uno de los años que pasé con el. Mi padre SIEMPRE tenia razón, y su forma de convencernos de que eso era así, era (y es) una manipulación sutil, constante y omnipresente. Mi padre puede explicar de forma totalmente convincente que algo negro es, en realidad, blanco. Una explicación totalmente lógica, imposible de refutar, excepto dando un paso atrás, saliendo de esa realidad tan concienzudamente construida, y mirando el objeto en cuestión... Pero... si es negro!!! Crecer al lado de una persona así me permitió desarrollar lo que cariñosamente llamo "el radar". Este radar no solo me permite "oler" una manipulación a unas tres millas de distancia, sino que también me permite captar lo que las personas quieren oír y ver, algo muy útil durante esos años de venta salvaje. Pero basta de biografías. Aquí va de algo mucho más importante que yo: el Ébola, ese virus tan tremendo que causa una muerte horrible. Sin ninguna duda el virus del Ébola provoca unos síntomas terribles que se resumen en las palabras "fiebres hemorrágicas". No voy a entrar en detalles, primero porque no soy una investigadora médica, y segundo porqué, y eso pienso que es mucho más importante, creo que si fuéramos seriamente a combatir el Ébola, lo hariamos de forma diferente. Aqui también dejo unas palabras de Josep Pamies, para reflexionar, y un artículo interesante acerca de como lo estamos haciendo en este momento. De lo que va en este post es de la manipulación mediática que se está haciendo acerca de este tema. En marketing se manipula aprovechándose de las emociones, que son las que dictan nuestras decisiones (por más que creamos que no). Si para vendernos ropa, perfumes, coches y demás objetos y servicios que en realidad no necesitamos, la técnica utilizada es la promesa de felicidad, con el Ébola se manipula a partir del miedo. Y el miedo es hijo de la ignorancia. No es nada sorprendente que no sepamos prácticamente nada de ese virus, es algo que jamás ha sido parte de nuestra realidad, un organismo invisible que actúa de forma muy compleja, algo que solo un profesional médico puede empezar a entender, y tan minúsculo que puede estar al acecho en cualquier lado! La manipulación del miedo es, en general, lo que mejor funciona en temas médicos. Lo hemos visto de forma muy evidente en la "pandemia" de Gripe A, aunque subyace en TODAS las alertas y sugerencias sanitarias, desde la vacuna contra el virus del papiloma humano, pasando por las mamografías y culminando con la quimio y radioterapia en caso de cáncer. Es obvio, NO queremos estar enfermos, tememos la enfermedad, una amenaza supuestamente provocada por agentes invisibles y desconocidos. Para conseguir evitar las enfermedades nos ponemos en manos de los profesionales de la salud, suponiendo que las autoridades sanitarias sean las que mejor sepan lo que tenemos que hacer. La realidad es bastante diferente. Detrás de la inmensa industria químico-farmacéutica hay demasiados intereses como para que alguien piense en los demás. Pero eso tampoco es nada nuevo. Así que volvamos al Ébola, y más precisamente al caso del Padre Miguel Pajares, el religioso infectado con el virus que falleció en el hospital Carlos III de Madrid. Tratándose de una emergencia sanitaria debida a un virus mortal que se puede contagiar a través de varios medios (sangre, saliva, sudor, semen y fluidos vaginales, posiblemente hasta por el aire), los protocolos indican que el foco de infección debe ser aislado y controlado. Por lo contrario, los países están repatriando a sus ciudadanos que han estado expuestos al virus. Esa es la forma más rápida para que una infección viral se expanda... no hace falta ser médico para entenderlo. Entonces porque se está repatriando? Porque la OMS incita a los países a hacer justo eso: "Los estados deben estar preparados para facilitar la evacuación y repatriación de sus ciudadanos (por ej. trabajadores sanitarios) que han sido expuestos al Ébola", dicen en su comunicado oficial del 8 de agosto de este año ("States should be prepared to facilitate the evacuation and repatriation of nationals (e.g. health workers) who have been exposed to Ebola"). Pero... porque la OMS exhorta a unas actuaciones que son diametralmente opuestas a los protocolos de actuación en caso de epidemia infecciosa??? Bueno, permitidme especular. Como experta en manipulación masiva que soy -ejem, perdón, de marketing- esto es exactamente lo que haría yo si quisiera VENDER un determinado producto: en este caso la VACUNA del Ébola (insertar musica celestial). Como profesional de marketing contratada por una multinacional químico-farmacéutica para aumentar sus beneficios, de que me serviría tener una epidemia de Ébola en Guinea Ecuatorial, Liberia, Malí o Costa de Marfil? Esos son lugares que conocemos solo en las noticias, que además siempre son tremebundas: hambrunas, plagas de langostas, guerras, genocidios, perdidas de habitats naturales. Que diferencia hay entonces que la gente en esa parte del mundo se muera de hambre, a machetazo limpio o por una fiebre hemorrágica??? Ninguna, la verdad... Sabemos que las guerras que libran esos países no llegarán hasta nosotros. Sabemos que las plagas de langostas que sufre otro continente no llegarán hasta nosotros. Y sabemos que un virus de una enfermedad que solo se produce en remotas regiones del África subsahariana no tiene la posibilidad de llegar tan lejos, hasta nosotros. Ese es un gran problema para los que quieren vender vacunas que supuestamente nos inmunizan antes un virus letal que hasta ahora solo se ha visto en el continente negro... Y como solucionar este problema??? Trayendo el virus en avión. En España ahora ya tenemos un infectado con Ébola (interesante artículo acerca del tema). Cómo no? Miguel Pajares ha muerto en Madrid, cómo no vamos a tenerlo? Ese hombre que se dejó la piel en Liberia y que escribía estas palabras justo antes de su contagio: "Tenemos muchos problemas. Han fallecido dos personas y 13 se niegan a venir a trabajar, quieren quedarse en cuarentena. Yo he ido cada día y he saludado a todos, me meten miedo, la muerte ronda. Se sospecha de algún caso más de Ébola. Esperamos resultados. Es penoso pero hay que estar.", ese hombre ha sido utilizado para traer el miedo del Ébola a España. Desde lo más profundo de mi corazón, creo que no se merece eso. Ahora tenemos el Ébola mucho más cerca de casa, en España y en EEUU, y próximamente (llamadme bruja) en más países. Ahora es justificada la adquisición de millones de dosis de vacunas por parte de los gobiernos de los países del "primer mundo", los que se lo pueden permitir. Y si creeremos que la OMS no tiene ningún vínculo con la industria químico-farmacéutica... bueno, entonces es que verdaderamente nos quedamos en la superficie. Hasta a los medios de comunicación masiva no les queda más remedio que hacerse eco de ese fenómeno tan evidente. Pero lo peor ni si quieras es eso. Lo peor es que esas "vacunas" se están testando en africanos pobres antes no solo de tener prueba alguna de su efectividad, sino antes de tener la seguridad de que no sean peligrosas para la salud. Ébola ha permitido a las multinacionales químico-farmacéuticas convertir a África en un inmenso laboratorio, y los sujetos de investigación son humanos. Es la primera vez en la historia de la humanidad, que un experimento parecido se está llevando a cabo. Los anteriores (porque ha habido muchos en varios paises del "tercer mundo") hasta ahora se han conducido alejados del ojo cada vez más atento y critico de la opinión publica. Este es el primer ensayo clínico al aire libre que tiene la bendición de todos nosotros. Porque pobrecillos, el Ébola es un virus tan tremendo. PS: Lista de brotes de Ébola en el pasado. Hasta ahora se hizo poco o nada... Hasta ahora ningún experto de marketing había pensado en el inmenso potencial del Ébola. Laura
12 Comments
Solo el nombre nos causa pavor. Es la causa de una muerte terrible, desangrarnos por todos nuestros orificios y hasta por los poros de la piel. Una epidemia segura, si no ponemos remedio. O no? Abajo unas palabras de uno de los pocos (y normalmente silenciados) profesionales sanitarios, acerca de esta nueva supuesta epidemia mundial. Considerando que todas las "vacunas" que se están estudiando en este momento para combatir el virus del ébola se basan en fortalecer nuestro sistema inmunitario, porqué no se habla más de condiciones de vida, sanitarias y de alimentación en las poblaciones que están siendo víctimas de esa tremenda infección? No será que es mucho más rentable, una vez más, sintetizar en laboratorio un nuevo fármaco que se pueda vender por millones de dosis a todos los gobiernos del mundo (bueno, a todos los que se lo puedan permitir), que solucionar los temas del despojo de África y su gente? Discrepo profundamente con la necesidad de "medicalizar" -más aún- ningún lugar de nuestro planeta (otro tema son los cuidados básicos), aunque las palabras de este médico deberían ser una reflexión de lo que podemos hacer para los que están sufriendo la infección por el virus del ébola. La solución definitivamente NO pasa por PROBAR MEDICAMENTOS EXPERIMENTALES EN ELLOS con la unica intención de ahorrarse los largos años y los exorbitantes gastos de los ensayos clínicos. Esa estratégia es solo un atajo muy conveniente para poder ofrecer antes esos "medicamentos milagrosos" a los gobiernos, y que las acciones en bolsa suban como cohetes con la bendición de la OMS que ha permitido su uso sin ninguna evidencia de que sean efectivos. Hay tantas cosas que decir sobre este tema que ni si quieras se por donde empezar, y si empiezo no termino, así que aquí va. Laura Dejad de preocuparos por el ébola (y empezad a preocuparos de lo que significa) Por Adam C. Levine Profesor adjunto de Medicina de urgencia, Brown Medical School Una vez más, África está en el ojo del huracán. Y, como suele pasar, las noticias no son buenas. Los medios de comunicación parecen alternar largos periodos de ignorancia absoluta hacia el continente con breves estallidos salpicados de locura, normalmente debidos al temor de que un brote de epidemia o terrorismo se extienda hacia nuestras costas. El reciente brote de ébola en África occidental, que ha infectado a casi 2.000 personas en los últimos seis meses, no es ninguna excepción. Está claro que debemos preocuparnos por el brote de ébola, pero no por los motivos que se han propagado por las noticias o en los blogs. Deberíamos preocuparnos por el ébola, pero no por la amenaza que puede suponer para Occidente, sino por lo que dice sobre el estado actual del sistema sanitario en África y sobre muchos otros recursos limitados en todo el mundo. Tristemente, los medios se han fusionado en torno a los siguientes cinco mitos, mientras que se ignora el contexto más amplio de la sanidad pública y las increíbles desigualdades que existen en la Tierra. Mito 1: el ébola es una enfermedad mortal en todo el mundo. El ébola puede ser mortal, pero no a nivel mundial. De hecho, la tasa de mortalidad del ébola y de su primo hermano, el virus de Marburg, varía dependiendo de las circunstancias. El primer brote registrado de estas enfermedades, que tuvo lugar en Alemania y Yugoslavia en 1967, presentó una tasa de mortalidad del 23%; bastante alta, pero muy lejos del índice de letalidad de entre el 53% y el 88% que han mostrado los brotes producidos en el África subsahariana 40 años después. Este primer brote ocurrió cuando nadie sabía nada sobre la enfermedad y cuando las unidades de urgencias y cuidados intensivos todavía no estaban extendidas por Europa. El riesgo actual de muerte en los individuos infectados por el ébola o el virus de Marburg en Occidente queda muy lejos de los porcentajes observados en cualquiera de los anteriores brotes. Los dos últimos estadounidenses infectados en Liberia, por ejemplo, están mejorando, y no por el suero mágico que recibieron, sino por la supervisión y el cuidado proporcionados por los trabajadores humanitarios y por la rápida evacuación a hospitales modernos con instalaciones de cuidados intensivos. He cuidado a pacientes y he formado a médicos en decenas de hospitales urbanos y rurales en toda el África subsahariana en la última década. La tasa de mortalidad para casi todas las enfermedades que he controlado, desde la neumonía hasta los ataques de corazón pasando por el cáncer y los accidentes de tráfico, es más alta en el África subsahariana que en cualquier hospital occidental. En cuanto a la posibilidad de morir de cualquier enfermedad en este mundo, el ébola incluido, la geografía tiene mucho que ver. Mito 2: no existe tratamiento para el ébola. Lo cierto es que existen varios tratamientos efectivos para el ébola que pueden ayudar a las personas que pasan por las peores fases de la enfermedad e incrementar sus posibilidades de supervivencia. Entre estos tratamientos se incluye la reanimación mediante fluidos intravenosos, glóbulos rojos, plaquetas, sustancias coagulantes para evitar las hemorragias, antibióticos para tratar las infecciones bacterianas más comunes, oxígeno, etc. Además, un equipamiento de diagnóstico moderno puede ayudar a médicos y enfermeros a seguir las constantes vitales para controlar a los pacientes en caso de complicación. Lo increíble de los tratamientos ya probados (a diferencia de los experimentales de los que habla la prensa) es que se pueden utilizar, además de para el ébola, para combatir otras enfermedades en toda África. En los últimos seis meses en los que el brote de ébola se ha llevado la vida de casi mil niños y adultos, sólo en el África subsahariana han muerto aproximadamente 298.000 niños de neumonía, 193.000 de diarrea, 288.000 personas de malaria y 428.000 por lesiones, por ejemplo en accidentes de tráfico. Un mejor acceso a los servicios de urgencias y de cuidados intensivos ayudaría a salvar a los pacientes de ébola y también a los afectados por los problemas anteriormente citados, que son mucho más letales. Mito 3: el ébola es la enfermedad más contagiosa y se extenderá rápidamente por Occidente. El ébola no es la enfermedad más contagiosa que se conoce. No se transmite por el aire ni por aerosoles. Esto la hace menos contagiosa que otros portadores de enfermedades, como el sarampión, la varicela, la tuberculosis o incluso la gripe. El ébola se contagia sólo por contacto físico, especialmente por los fluidos corporales. Por tanto, a no ser que alguien te vomite en el metro, defeque o te manche de sangre, no te va a transmitir el ébola. En términos médicos, lo único que se requiere para prevenir el contagio de ébola de paciente a trabajador sanitario es el uso de precauciones de contacto, que incluyen vestimenta adecuada, guantes y lavado de manos frecuente después de cada contacto con el paciente. Estas precauciones son las que siempre se llevan a cabo en los hospitales occidentales en caso de enfermedades contagiosas. No obstante, piensa en lo que ocurre en África Occidental, donde se ha extendido el ébola rápidamente debido a la falta de medidas sanitarias básicas en hospitales públicos y clínicas con equipamiento precario. Muchos centros carecen de productos tan necesarios y básicos como guantes y batas, y en muchos otros escasea el agua o el alcohol, imprescindibles para la higiene. A diferencia de lo que pasa en Occidente, los hospitales en África tienen salas abiertas con docenas de camas amontonadas. En muchos casos, además, he visto a varios pacientes compartiendo una misma cama. Visto así, es fácil comprender cómo el ébola se puede extender con tanta rapidez. La mejor forma para ayudar a África a contener este brote de epidemia es mediante la inversión y el despliegue de medidas básicas para el control de enfermedades infecciosas, como batas, guantes, agua y métodos de esterilización, junto con personal sanitario y de formación. Mito 4: hay que empezar a administrar medicamentos experimentales contra el ébola al máximo número de africanos posible. Cualquier ser humano que reciba tratamiento experimental es, por definición, un experimento. Ahora bien, experimentar en humanos no tiene por qué ser algo malo. Sin embargo, todas las personas que participan en estudios de investigación médica tienen derecho a recibir la misma protección internacional, y la gente en países pobres necesita además una protección especial. Por ejemplo, mientras que los estudios en Estados Unidos requieren la aprobación de un solo comité ético, la mayoría de estudios llevados a cabo en países de renta baja necesitan la aprobación de dos comités éticos diferentes: uno internacional y uno local. Asimismo, los formularios de consentimiento, que explican los riesgos y beneficios de los participantes en ese estudio en particular, deben traducirse a todos los dialectos locales, y se deben tener en cuenta los casos específicos de los pacientes que no sepan leer los formularios o firmar. Al final, todos los participantes del estudio deben recibir los mejores tratamientos testados para su enfermedad. Así se garantiza que todos los pacientes se beneficien de la investigación, aunque los medicamentos experimentales resultaran ineficaces (o peligrosos). Tristemente, conocemos los virus de Marburg y ébola desde hace casi 50 años, y se han llevado a cabo muy pocas investigaciones para el tratamiento efectivo o las vacunas, al igual que con otras muchas enfermedades tropicales olvidadas. Esto no se debe a la falta de interés por parte de médicos y científicos, sino más bien a la falta de dinero. Las compañías farmacéuticas no suelen estar dispuestas a invertir en investigaciones para prevenir o tratar enfermedades que sólo afectan a gente pobre, ya que obtendrían pocos (o ningún) beneficios. Mito 5: no se puede hacer nada para ayudar a África... Es demasiado pobre.
La verdadera tragedia del brote de ébola es que la mayoría de africanos no tiene acceso a los medicamentos, instalaciones y profesionales de los que disponemos en Occidente desde hace décadas, y que podrían haber evitado el descontrol de la epidemia. Además, se podrían haber empleado las mismas medidas para reducir la mortalidad causada por otras enfermedades que en la actualidad están matando cada día a mil veces más personas que el ébola. Estos tratamientos salvavidas no están fuera del alcance del continente. En este momento, a través de una colaboración entre la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Fondo Mundial, el Ministerio de Sanidad de Ruanda, y un consorcio de universidades estadounidenses, estamos formando a un grupo de médicos y enfermeros de urgencias y de cuidados intensivos en Ruanda, uno de los países más pobres de África. Al mismo tiempo, estamos aumentando con rapidez las infraestructuras médicas y el suministro de medicinas y equipamiento en Ruanda, para que los nuevos especialistas africanos tengan las herramientas necesarias para el cuidado de los pacientes más enfermos del continente. Antes incluso del reciente brote de ébola en la zona, ya se estaba considerando un proyecto similar en Liberia, aunque todavía estamos esperando la aprobación del Gobierno estadounidense. Nuestra experiencia en Ruanda demuestra que con la suficiente voluntad política y el apoyo financiero y técnico exterior, los países africanos pueden lograr mejoras a gran escala en su capacidad para prevenir las enfermedades y controlar las situaciones de mayor urgencia. Puede que no ocurra de la noche a la mañana, pero sí con el tiempo suficiente como para frenar la próxima gran epidemia incluso antes de que comience. |
La AutoraUna Mente llena de Ideas, Archivos
July 2018
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