De vez en cuando descubro que no hay fin a los tormentos que imponemos a quienes les ha tocado compartir planeta con nuestra especie. Las Luminarias es una "fiesta" que se "celebra" cada año en San Bartolomé de Pinares, un pueblecito de Ávila, con ocasión del día de San Antonio Abad, PATRÓN DE LOS ANIMALES!!! Pero a quien se le puede ocurrir forzar equinos a pasar por en medio de unas hogueras??? Aparecen automáticamente en mi mente las imágenes de los incendios en el norte de España el verano pasado... La excusa es que de esta forma los animales se "purifican" para seguir siendo útiles (es la palabra, son herramientas, cosas que sólo tienen valor cuando sirven) durante el resto del año. En realidad no es que nadie se preocupe por los seres que supuestamente se "benefician" de la protección de "su Santo Patrón", sino que como bien sabemos, toda excusa es buena para una noche de parranda en la que los machos más machos se encaran al temible Dios Fuego dominándole, y dominando de paso también a sus fieras monturas. Porque "el jefe soy yo", vamos. Y que fluya el vino. Un pueblo de 600 almas humanas se llena de 300 jinetes con SUS (es la palabra, son cosas que les pertenecen, así se les considera) respectivas monturas para sentirse "hombres", para sentirse dueños de su destino. Quien sabe, a lo mejor en el 1700 hacía falta este tipo de motivación para poder seguir adelante en un mundo rudo rodeado de una naturaleza indomable. Quien sabe... No que no fuera abuso, incluso entonces lo era. Todo el mundo sabemos del terror que sienten los seres animales al fuego. Obligarles a ir hacia una hoguera para saltar sobre ella va en contra de todos sus instintos naturales. Para que lo hagan hace falta "romperles", hacerles saber muy bien quien es SU DUEÑO, quien manda en sus vidas. Sin importar que nacieran en el 1700 o en 2017, el terror y las prácticas no han cambiado. Hace tres siglos posiblemente esta "fiesta" haya servido como un empujón para aguantar un año más en un mundo hostil. Pero hoy en día? Si, seguramente la vida en el campo es más incomoda que la vida de ciudad. Eso no quiere decir que en el campo se siga viviendo como en el siglo XVIII y que la subsistencia dependa del caballo, la yegua, la mula o el asno que tenemos en el establo. Entonces porque? Por diversión. Por eso y nada más. Como para tantas "fiestas" y tradiciones que han llegado hasta nuestros días, se hace lo que se hace porque nos divierte, nos entretiene. Terror, quemaduras, lesiones provocadas por el pánico, ese es el precio que pagan los desgraciados seres animales involucrados en esa "fiesta" para amenizar nuestros momentos de jolgorio. Nos sirven como excusa para juntarnos en una fría noche de enero y convertirla en juerga. Y si lo hiciéramos sin meterles de por medio? No seria tan espectacular, claro, pero si alguien quiere pasearse por encima de una hoguera, porque no lo hace sin más? No sería mucho más valiente hacerlo así? O será que la valentía solo existe a lomo de un animal de 2 metros de alto? A mi sinceramente me da exactamente igual si alguien quiere seguir con esa tradición o no, con que se dejen de forzar a los seres que participan en ella por obligación. Hace ya cuatro años la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los animales pidió al ayuntamiento que pararan esta práctica. A pesar de ello aquí están, un año más... Triste y desolador. Queda mucho por hacer. Comparte por favor, esto sólo se cambia con la presión de la opinión pública. Y eso somos tu y yo. Laura
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La AutoraUna Mente llena de Ideas, Archivos
July 2018
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