Estoy llorando de tristeza. Unas lagrimas que no puedo parar. Escribo a tropezones. Porque vivo en un mundo en el que ESTA es considerada una buena idea. Porque ESTE aparato es NECESARIO para que una mujer no sea agredida. O mejor dicho, para que cuando lo sea, la agresión solo llegue a cierto punto. Me llena de tristeza vivir en un mundo en el que esto sea necesario, porque la REALIDAD es que, en el mundo en el que vivo, UNA de cada TRES mujeres es violada a lo largo de su vida. Porque una de cada tres mujeres en este mundo se va a encontrar en la situación en la que uno o varios hombres la arrincone y le imponga el tipo de violencia por la cual ESTE aparato tenga utilidad. Para cuando un mundo en el que ESTO NO HAGA FALTA??? Quiero vivir en ESE mundo, y no en el que esto sea una buena idea… BASTA. Basta de la necesidad de crear "remedios" que utilicen las mujeres, y YA, ya la consciencia de los HOMBRES de que las mujeres NO SOMOS OBJETOS SOBRE LOS CUALES TIENEN ALGÚN DERECHO!!! Mira, mira bien el reflejo del mundo en el que vives. Y por favor, plantéate ciertas cosas. Especialmente si eres hombre. Y si ya te las has planteado, plantéatelas MÁS, poque evidentemente nos hace mucha falta a todos y a todas. Sino, esto no existiría. PS: No digo que estos aparatos no sean útiles de alguna forma -aunque como todo tipo de acciones defensivas por parte de las victimas pueden tener reacciones muy violentas por parte del agresor... o de los agresores, porque esto solo sirve para el primero (y se me hiela la sangre solo en pensarlo). Simplemente me da una tristeza abismal SABER que lo son. Wisho Gabo Ibargüen: La violación se ha vuelto casi una costumbre en África, por lo que una técnico médico llamada Sonette Ehlers ha desarrollado un producto que de inmediato ha llamado la atención en ese continente. La médico nunca pudo olvidar a una víctima de violación que le dijo con tristeza: “Si tan sólo tuviera dientes ahí abajo”. Algún tiempo después, un hombre entró en el hospital donde trabaja Ehlers con un dolor insoportable, porque su pene estaba atrapado en el zíper de su pantalón. Ehlers fusionó esas imágenes y se acercó con un producto que llama Rapex. Se asemeja a un tubo, con púas en su interior. La mujer se lo inserta como un tampón, con un aplicador, y cualquier hombre que intente violar a la mujer se clava en las púas y debe ir a una sala de emergencia para que el Rapex sea eliminado. Cuando los críticos se quejaron de que era un castigo medieval, la doctora les respondió sonriendo: “Es un dispositivo medieval, hecho para un acto medieval”. Laura Paglia
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La AutoraUna Mente llena de Ideas, Archivos
July 2018
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