Muertes en Gaza desde el principio de la Operación Protective Edge: 1065 Muertes israelíes en el mismo periodo: 51 48 de los cuales eran soldados. Una sola vida truncada es demasiado, pero como se justifica esto? 6200 heridos en Gaza, 150.000 desplazados. 3540 edificios destruidos por las bombas, entre los cuales 6 hospitales y 120 colegios. 1.2 millones de personas afectadas por daños a las infraestructuras eléctricas, de abastecimiento de agua, eliminación y tratamiento de aguas residuales. 1.5 millones de personas que NO PUEDEN salir de Gaza. Ambos bandos juran que luchan por su Dios. Pero no hay justicia divina que pueda perdonar lo que se está haciendo en Gaza. No hay justicia divina que pueda perdonar a todo ese engranaje politico y economico que necesita el odio, la destrucción y la muerte en Oriente Medio para seguir existiendo. A pesar de las justificaciones de la "justicia" humana. Laura Prefiero morir con dignidad que vivir en una cárcel a cielo abierto Por Mohammed Suliman, trabajador palestino por los Derechos Humanos en Gaza Gaza es un lugar duro; es diminuto, está superpoblado y asediado. Pero la gente es amable. La comida está deliciosa y las playas, aunque estén sucias, nos permiten creer que somos libres. La puesta de sol en el mar es una escena espectacular, a pesar de que los barcos de guerra israelíes manchen el paisaje. Si te das un paseo por las calles, verás a los vendedores, la mayoría muchachos jóvenes, ofrecer sus mercancías. Podrás coger un taxi, y para cuando te bajes, ya estarás intercambiando números de teléfono con tu nuevo amigo, el taxista. Nuestros mercados son un caos absoluto, una experiencia para los cinco sentidos. La hora punta se produce cuando los niños de la escuela, vestidos con uniformes de la UNRWA (agencia de la ONU para los refugiados de Palestina) o con camisetas del Barcelona o del Real Madrid, acaban las clases e invaden las calles de camino a casa. Ahí es cuando me doy cuenta de lo joven que es la población de Gaza. La noche es tan animada como el día. La gente fuma shisha en la playa, o en una cafetería del centro, o se reúne con la familia. La gente de Gaza, también, es humana. Pero estas escenas ya no se producen en Gaza. Las calles están desiertas, al igual que la playa. Las escuelas se han convertido en refugios improvisados repletos de personas desplazadas que huyen de la muerte en un lugar supuestamente más seguro. El bonito ruido de la vida ha sido reemplazado por el horrible sonido de la muerte. Los cazas rugen y, desde lo alto, zumban los drones. Siempre se escuchan bombardeos en la distancia. La distancia, sin embargo, es relativa. Puede ocurrir tan cerca que las ventanas de tu casa estallen mientras tú no puedes parar de gritar. Sólo entonces te das cuenta de que acabas de escapar de una muerte segura. Pero alguien ha muerto, inevitablemente. Esto puede suceder varias veces al día antes de que te obligues a dormir a oscuras en una esquina segura de tu casa entre el sonido de las bombas y los misiles, con la esperanza de que ninguno llegue hasta ti. La gente de Gaza está viviendo otro ataque israelí, el tercero en seis años, sin tener escapatoria. Como los misiles caen en casas de civiles, hay familias enteras aniquiladas. Cómo puede si no describirse el asesinato de 25 miembros de una misma familia en un asalto, o la matanza de 18 miembros de otra familia en otro ataque? Cómo se puede describir el bombardeo arbitrario e indiscriminado de una de las zonas de la ciudad de Gaza más pobladas y empobrecidas con una continua lluvia de misiles y de proyectiles durante toda la noche, al tiempo que se impide la entrada a las ambulancias y a las fuerzas civiles de defensa que tratan de rescatar y evacuar a las víctimas? "No apuntamos a civiles", nos dice Israel. "Estáis mintiendo", respondería una persona cuerda ante esta afirmación, como poco, infundada. Israel sí apunta a civiles con sus sofisticadas armas de alta precisión, de ahí las más de 1.000 muertes en Gaza hasta ahora, 80% de las cuales han sido de civiles, según las organizaciones de derechos humanos. Más de 200 niños han sido asesinados, algunos quemados, otros decapitados y otros muchos desmembrados. Los bombardeos israelíes han matado a cuatro niños de la familia Bakr que jugaban en la playa a plena luz del día, en un incidente captado por la cámara de Ayman Mohyedin, reportero de la NBC en Gaza. Un francotirador mató a un joven desesperado que buscaba a su primo entre los escombros de la atroz masacre de Al Shujayeh. Sus aviones no tripulados mataron con un misil a dos hermanos jóvenes de la familia Areef cuando se dirigían a comprar yogur para el desayuno. En otro incidente, dispararon misiles y mataron a tres niños que daban de comer a sus palomas y gallinas en el tejado de su edificio. Israel ha lanzado miles de toneladas de explosivos en una de las áreas con más densidad de población del mundo, matando a 26 miembros de la familia Abu Jame en un ataque aéreo, a 20 miembros de la familia Al Najjar, a 18 de la familia Al Batsh, a nueve de la familia Al Qassas, a siete de la familia Keilani, a ocho de la familia Kaware, a cinco de la familia Hamad, y la cuenta sigue. Estas son las historias que oímos mientras esperamos a la muerte en la comodidad del hogar. Se podría negociar y acordar un alto al fuego. Hamás podría dejar de lanzar cohetes, pero, dejaría Israel de ejercer violencia contra los palestinos en Gaza y Cisjordania como hace a diario? La realidad es que si los palestinos dejan de resistir, Israel no detendrá su ocupación, como sus líderes afirman reiteradamente. Los judíos sitiados en el gueto de Varsovia tenían un lema: "Vivir y morir con dignidad". Ahora que me encuentro en mi propio gueto, pienso en cómo los palestinos han honrado este valor universal. Vivimos con dignidad y morimos con dignidad, negándonos a aceptar la subyugación. Estamos cansados de la guerra. Por mi parte, ya he tenido suficiente sangre, muerte y destrucción. Pero ya no puedo tolerar la vuelta a un status quo profundamente injusto. Ya no puedo aceptar seguir viviendo en esta cárcel a cielo abierto. Ya no podemos tolerar que nos sigan tratando como a seres humanos de segunda, privados de nuestros derechos humanos. Estamos atrapados aquí, entre dos muertes: la muerte por las bombas y los misiles israelíes, y la muerte por el bloqueo de Gaza por parte de Israel. Queremos poder entrar y salir de Gaza con libertad, cuando elijamos. Por qué nuestros estudiantes no pueden tener derecho a estudiar en las universidades que deseen? Por qué nuestros pacientes son abandonados hasta la muerte debido a que Israel les impide recibir tratamiento médico fuera de Gaza? Nuestros pescadores quieren pescar en nuestras aguas sin la perspectiva de ser asesinados. Merecemos el derecho a poder acceder a un agua limpia, a la electricidad y a las necesidades básicas. Pero no podemos por la ocupación de Israel, que no sólo ocupa nuestra tierra, sino nuestro cuerpo y nuestro destino.
Ningún pueblo puede tolerar esta injusticia. Nosotros, también, somos humanos.
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Las guerras mienten. Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar: "Yo mato para robar". Las guerras siempre invocan nobles motivos, matan en nombre de la paz, en nombre de "Dios", en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia. Y si por las dudas tanta mentira no alcanzara, allí están los grandes medios de comunicación, dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y en un gran matadero. Eduardo Galeano Bombardeo de Israel sobre Gaza (pinchar para leer artículo)
La fuente de los alimentos del planeta está en riesgo. Diez compañías agroquímicas son dueñas del 73% de las semillas en el mercado y en algunos lugares se ha extinguido hasta el 93% de las variedades de semillas. Solo en España, se calcula que entre el 30% y el 40% de todas las variedades locales ya ha desaparecido debido a la agricultura industrial. Monsanto y cía. están privatizando los orígenes de la naturaleza. Este golpe corporativo está perjudicando la agricultura sostenible, destruyendo la diversidad de nuestros cultivos y haciéndolos vulnerables a enfermedades que podrían amenazar nuestra seguridad alimentaria. Pero los agricultores están resistiendo y guardando sus semillas en bancos y graneros de todo el mundo. Ahora han concebido un proyecto revolucionario: el primer mercadillo de semillas sin ánimo de lucro de Internet, donde cualquier campesino del mundo puede encontrar una amplia variedad de plantas a mejores precios que las semillas transgénicas de las agroquímicas. Esta tienda virtual podría devolver al mercado todo tipo de semillas e ir rompiendo poco a poco el monopolio que amenaza nuestro futuro alimentario. Podría ser la idea más innovadora en el mundo de la agricultura en décadas y la mejor forma de frenar a Monsanto. Sin embargo, las compañías químicas suelen presionar y demandar a aquéllos que se cruzan en su camino y, por eso, los campesinos están pidiendo nuestro apoyo. Si juntamos suficientes fondos ahora, podemos ayudar a los agricultores del mundo a lanzar un mercado de semillas por Internet, apoyar la preservación de semillas en países clave, financiar publicidad y costear las batallas legales para defender el proyecto. Durante miles de años, la agricultura funcionó porque eran los campesinos quienes seleccionaban, sembraban y creaban nuevas variedades de semillas. Entonces, las agroquímicas convencieron a muchos gobiernos de que promovieran el sistema de monocultivos industriales. Las compañías prometieron a los campesinos mayores cosechas y a menudo conseguían que firmaran contratos engañosos de varios años que les obligaban a usar semillas transgénicas y pesticidas. Para rematar, cuentan con leyes de patentes y con sus contratos para forzar a los campesinos a que abandonen sus prácticas tradicionales de cuidado de las semillas. Todavía no hay consenso en torno a los efectos a largo plazo de los cultivos transgénicos, pero los expertos dicen que la falta de estudios científicos independientes indica que algunos alimentos transgénicos pueden representar un riesgo para nuestra salud. Además, no existen pruebas claras de que el cultivo de semillas transgénicas haya aumentado las ganancias de los agricultores o dado alimento a la población mundial. En muchos casos, ha hecho quebrar a los pequeños agricultores y, en casos extremos, los ha llevado al suicidio para escapar de las deudas. Hay otras consecuencias terribles que van más allá. Según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, más de tres cuartos de la diversidad genética de nuestros cultivos ha desaparecido por la consolidación de las semillas industriales y las propias prácticas industriales. Y cuando se cubren grandes extensiones de tierra con un solo monocultivo en lugar de rotarlos o diversificarlos, nuestros campos se vuelven más susceptibles a las enfermedades. Está claro que, si no salvamos la diversidad de nuestras semillas ni aplicamos prácticas sostenibles a nivel local para enfrentarnos a las condiciones cambiantes de nuestro medio ambiente, la seguridad alimentaria mundial podría estar en peligro. Pero podemos superar esta crisis. Las corporaciones solo llevan unas décadas detrás de las semillas, mientras que campesinos y comunidades indígenas de todo el planeta han ido guardando las suyas desde siempre. Con nuestro respaldo, el mercadillo de semillas de Internet podría ayudar a recuperar nuestros alimentos. Una coalición de más de 20 grupos y líderes de la agricultura sostenible, como el Centro para la Seguridad Alimentaria y la activista Vandana Shiva, está lista para lanzar el proyecto. Nuestro fondo común ayudaría a:
Durante años, Monsanto ha estado imponiendo a los agricultores (y a todos nosotros) sus semillas transgénicas y su visión industrial de la agricultura. ¡Llegó el momento de unirnos para lanzar este proyecto revolucionario y salvaguardar las diferentes variedades de manzanas, peras y tomates para nuestros nietos! “Sembrar una semilla es activar los misterios más profundos del universo”. Las semillas guardan los orígenes y el misterio de la vida tal como la conocemos. Apoyemos esta iniciativa para proteger nuestros orígenes de un dominio corporativo absoluto y ayudar a recuperar miles de frutas, verduras y cereales que ya creíamos perdidos. Más Información:
El Día Mundial de la Alimentación 2004 señala la importancia de la biodiversidad para la seguridad alimentaria mundial (FAO) El campo mata (El País) El campesino en peligro de extinción, Paraguay Cosecha de suicidio (Project Syndicate) 300 mil agricultores norteamericanos en picada contra Monsanto (Veo Verde) Entre 1903 y 1983, el mundo ha perdido el 93% de variedades clave de semillas (National Geographic) El problema del monocultivo de soja en Argentina (La Gran Época) Sabores y saberes en peligro de extinción (El Mundo) Fuente: Avaaz Ella era hermosa, pero no exactamente como esas chicas de las revistas.
Ella era hermosa por la forma en la que sentía y pensaba. Ella era hermosa por la chispa en sus ojos cuando hablaba de algo que Amaba. Ella era hermosa por su habilidad para hacer sonreír a otras personas, incluso cuando estaba triste. No, ella no era hermosa por algo tan temporal como su apariencia. Ella era hermosa en lo más profundo de su Alma... Siete días de "fiesta". Siete días de crueldad, tortura y muerte. TODOS los Sanfermines son tragicos. Aunque se cierren sin ni un herido humano. Todos los toros que corren en las calles de Pamplona durante los “encierros”, del 7 al 14 de julio, son matados esa misma tarde en una corrida de toros, en nombre de San Fermín y su “fiesta” tradicional. Torturar y matar animales indefensos no debería ser celebrado como una tradición. La gente siempre utiliza la tradición para justificar hechos horribles, como el trabajo infantil o la esclavitud. Pero que algo sea una tradición no significa que es éticamente correcto. Las corridas de toros son un deporte cruel que debería existir sólo en los libros de historia. No importa lo que digan, las corridas de toros son tortura, mutilación y matanza de animales inocentes e indefensos, por entretenimiento de unos cuantos. Los toros son criados en los campos y no están acostumbrados al ruido ni las aglomeraciones de personas. Una vez se abren los corrales, son obligados a correr mediante shocks eléctricos y gritos, y para que “ataquen” y corran a toda velocidad son golpeados y hostigados por los “corredores”, que usualmente llevan periódicos para estos efectos. Las esquinas de las calles de Pamplona son muy cerradas, y los animales suelen resbalarse y caer, golpeándose con los muros o las barreras de contención, torciéndose los miembros y eventualmente, hiriéndose entre ellos cuando caen en bloque. Esto, además de las heridas que pueden causar a los corredores que también caen en las calles. Todos los toros que por las mañanas corren en Pamplona, van directo hacia una muerte terrible en las corridas que se celebran por la tarde en la misma plaza de toros donde son encerrados por las mañanas. Fuente: AnimaNaturalis
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La AutoraUna Mente llena de Ideas, Archivos
July 2018
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