La fuente de los alimentos del planeta está en riesgo. Diez compañías agroquímicas son dueñas del 73% de las semillas en el mercado y en algunos lugares se ha extinguido hasta el 93% de las variedades de semillas. Solo en España, se calcula que entre el 30% y el 40% de todas las variedades locales ya ha desaparecido debido a la agricultura industrial. Monsanto y cía. están privatizando los orígenes de la naturaleza. Este golpe corporativo está perjudicando la agricultura sostenible, destruyendo la diversidad de nuestros cultivos y haciéndolos vulnerables a enfermedades que podrían amenazar nuestra seguridad alimentaria. Pero los agricultores están resistiendo y guardando sus semillas en bancos y graneros de todo el mundo. Ahora han concebido un proyecto revolucionario: el primer mercadillo de semillas sin ánimo de lucro de Internet, donde cualquier campesino del mundo puede encontrar una amplia variedad de plantas a mejores precios que las semillas transgénicas de las agroquímicas. Esta tienda virtual podría devolver al mercado todo tipo de semillas e ir rompiendo poco a poco el monopolio que amenaza nuestro futuro alimentario. Podría ser la idea más innovadora en el mundo de la agricultura en décadas y la mejor forma de frenar a Monsanto. Sin embargo, las compañías químicas suelen presionar y demandar a aquéllos que se cruzan en su camino y, por eso, los campesinos están pidiendo nuestro apoyo. Si juntamos suficientes fondos ahora, podemos ayudar a los agricultores del mundo a lanzar un mercado de semillas por Internet, apoyar la preservación de semillas en países clave, financiar publicidad y costear las batallas legales para defender el proyecto. Durante miles de años, la agricultura funcionó porque eran los campesinos quienes seleccionaban, sembraban y creaban nuevas variedades de semillas. Entonces, las agroquímicas convencieron a muchos gobiernos de que promovieran el sistema de monocultivos industriales. Las compañías prometieron a los campesinos mayores cosechas y a menudo conseguían que firmaran contratos engañosos de varios años que les obligaban a usar semillas transgénicas y pesticidas. Para rematar, cuentan con leyes de patentes y con sus contratos para forzar a los campesinos a que abandonen sus prácticas tradicionales de cuidado de las semillas. Todavía no hay consenso en torno a los efectos a largo plazo de los cultivos transgénicos, pero los expertos dicen que la falta de estudios científicos independientes indica que algunos alimentos transgénicos pueden representar un riesgo para nuestra salud. Además, no existen pruebas claras de que el cultivo de semillas transgénicas haya aumentado las ganancias de los agricultores o dado alimento a la población mundial. En muchos casos, ha hecho quebrar a los pequeños agricultores y, en casos extremos, los ha llevado al suicidio para escapar de las deudas. Hay otras consecuencias terribles que van más allá. Según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, más de tres cuartos de la diversidad genética de nuestros cultivos ha desaparecido por la consolidación de las semillas industriales y las propias prácticas industriales. Y cuando se cubren grandes extensiones de tierra con un solo monocultivo en lugar de rotarlos o diversificarlos, nuestros campos se vuelven más susceptibles a las enfermedades. Está claro que, si no salvamos la diversidad de nuestras semillas ni aplicamos prácticas sostenibles a nivel local para enfrentarnos a las condiciones cambiantes de nuestro medio ambiente, la seguridad alimentaria mundial podría estar en peligro. Pero podemos superar esta crisis. Las corporaciones solo llevan unas décadas detrás de las semillas, mientras que campesinos y comunidades indígenas de todo el planeta han ido guardando las suyas desde siempre. Con nuestro respaldo, el mercadillo de semillas de Internet podría ayudar a recuperar nuestros alimentos. Una coalición de más de 20 grupos y líderes de la agricultura sostenible, como el Centro para la Seguridad Alimentaria y la activista Vandana Shiva, está lista para lanzar el proyecto. Nuestro fondo común ayudaría a:
Durante años, Monsanto ha estado imponiendo a los agricultores (y a todos nosotros) sus semillas transgénicas y su visión industrial de la agricultura. ¡Llegó el momento de unirnos para lanzar este proyecto revolucionario y salvaguardar las diferentes variedades de manzanas, peras y tomates para nuestros nietos! “Sembrar una semilla es activar los misterios más profundos del universo”. Las semillas guardan los orígenes y el misterio de la vida tal como la conocemos. Apoyemos esta iniciativa para proteger nuestros orígenes de un dominio corporativo absoluto y ayudar a recuperar miles de frutas, verduras y cereales que ya creíamos perdidos. Más Información:
El Día Mundial de la Alimentación 2004 señala la importancia de la biodiversidad para la seguridad alimentaria mundial (FAO) El campo mata (El País) El campesino en peligro de extinción, Paraguay Cosecha de suicidio (Project Syndicate) 300 mil agricultores norteamericanos en picada contra Monsanto (Veo Verde) Entre 1903 y 1983, el mundo ha perdido el 93% de variedades clave de semillas (National Geographic) El problema del monocultivo de soja en Argentina (La Gran Época) Sabores y saberes en peligro de extinción (El Mundo) Fuente: Avaaz
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July 2018
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